sábado, 10 de julio de 2010

SIN DAÑOS A TERCEROS


Justamente ahora
irrumpes en mi vida
con tu cuerpo exacto y ojos de asesino.
Tarde como siempre,
nos llega la fortuna.

Tú ibas con ella,
Yo iba con él,
jugando a ser felices por desesperados
por no aguardar los sueños,
por miedo a quedar solos...

pero llegamos tarde,
te ví
me viste
nos reconocimos enseguida pero tarde
maldita sea la hora
que encontré lo que soñé,
tarde.

Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte
tanto inventar
tanto buscarte por las calles como loca
sin encontrarte
ahí va una de tonta
por desesperada
confundiendo amor por compañia
y ese miedo idiota de verte vieja y sin pareja
que hace escoger con la cabeza lo que es del corazón.
Y, no tengo nada contra ellos,
la rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mi, tarde.

Ganas de huir,
de no verte ni la sombra,
de pensar que esto fue un sueño o una pesadilla
que nunca apareciste,
que nunca has existido.

Ganas de besarte,
de coincidir contigo,
de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo
de mirarte a los ojos y decirte: Bienvenido...

Pero llegamos tarde.
Te ví,
me viste
nos reconocimos enseguida pero tarde
quizás en otras vidas,
quizás en otras muertes.

Que ganas de rozarte,
que ganas de tocarte
y acercarme a tí
y golpearte con un beso,
de fugarnos para siempre
sin daños a terceros...


Ricardo Arjona

1 comentario:

  1. dios mio cuanta verdad hay en ese poema me identifique hermoso de verdad gracias por compartir tan intensas palabras.... senti pena...

    ledeska

    ResponderEliminar